Solero es una marca con propósito social y ambiental positivo. Todos los años destinamos recursos para sembrar árboles en la costa caribe colombiana, patrocinar el Banco de Alimentos de Valledupar y apoyar otros programas de responsabilidad social.
Desde 2019, Solero cuenta con un programa permanente de restitución de los árboles cuyas piezas se han usado para la fabricación de mobiliario. Con esta iniciativa estamos apoyando la sostenibilidad del ciclo y contribuimos con las campañas del gobierno nacional para detener la deforestación, que tiene un profundo impacto ecológico sobre la biodiversidad y contribuye al cambio climático.
En Solero usamos principalmente madera de árboles de campano y caracolí para fabricar nuestras mesas, bancas y consolas, la cual es adquirida de manera sostenible y legal. Esta madera es original de la región caribe. Estos árboles alcanzan alturas de hasta 20 metros y con el pasar de los años, se deterioran y caen, o mueren por fenómenos de la naturaleza, como rayos. ¡Esto quiere decir que son árboles que no han sido talados! Y cada vez que un árbol cae o muere, se siembra uno nuevo para reemplazarlo. De esta forma contribuimos a que el medio ambiente se mantenga vivo y sano, y propendemos por que el ciclo de la vida continúe alrededor de este producto. Por lo tanto, este es un producto sostenible en el tiempo.
Cuando un árbol se cae o muere, debe ser retirado por personal experto y acreditado, y esta madera se extrae legalmente para la venta. De ahí es de donde proviene la madera que usa Solero como materia prima. Y nuestros proveedores de madera cuentan con las certificaciones de las autoridades correspondientes para la extracción legal de la madera.
Pero el ciclo no termina ahí. Con el desperdicio de madera que se genera después de cortar los tablones que salen a la venta, se fabrican camas para varias fundaciones en la Costa Atlántica, que sirven de lecho para niños pobres. Con esta madera, estamos apoyando labores sociales importante y con alto impacto en la sociedad.
Solero cuenta con un programa de apoyo permanente al Banco de Alimentos de Valledupar desde sus inicios, realizando donaciones mensuales de dinero que se destina para complementar y enriquecer los mercados distribuidos. El Banco de Alimentos de Valledupar fue creado en 2020 durante la pandemia, hoy hace parte de ABACO (Asociación de Banco de Alimentos de Colombia) y es administrado por la Diócesis de Valledupar.
En Colombia se pierden y desperdician alrededor de 9,7 millones de toneladas de alimentos. Las pérdidas y desperdicios de alimentos corresponden a la reducción de la cantidad o calidad de los alimentos en las etapas de la cadena de suministro alimentaria, la cual es destinada al consumo humano. Los alimentos se pierden o desperdician desde su producción inicial, hasta el consumo final en los hogares. Los Bancos de Alimentos en nuestro país, buscan reducir las pérdidas y desperdicios generados en toda la cadena alimentaria de las empresas, disminuyendo el impacto ambiental y económico, y los redistribuyéndolo a la población en situación de vulnerabilidad.
Con nuestro aporte al banco de alimentos contribuimos a brindar alimentos a más de 1.200 familias de personas menos favorecidas en Valledupar y municipios aledaños. El número de personas beneficiadas ha venido creciendo en el tiempo, así como el número de donantes.
Desde 2018, también apoyamos otros programas de responsabilidad social realizando donaciones para patrocinios y recursos obtenidos de eventos y momentos de marca puntuales. Bajo esta iniciativa hemos hecho donaciones para la Fundación Cardioinfantil, Fundación Calar Sueños, Fundación Acción Interna, dedicada a mejorar la calidad de vida de la población carcelaria y pospenada de Colombia, y Fundación Ellen Riegner de Casas, que apoya a pacientes de escasos recursos con cáncer.
Nos sentimos muy orgullosos de nuestro programa de responsabilidad social y estamos comprometidos con seguir incrementando esta labor.
Para mayor información, comunícate al 3166008919 o escríbenos al correo [email protected]